lunes, abril 24, 2006

Mi nuevo rincón


Cuando llegué a esta casa, el exterior era muy frío y por tanto la terraza, y por eso yo estaba compartiendo espacio con los humanos (en realidad ellos lo compartían conmigo) en la sala... Pero ahora hace ya más calor y solecito, y me encanta estar en esta esquina, sobre todo en la tardecita que me dé el sol. Además de cómodo, tengo la tele para mí solita, y puedo ver perfectamente a todos los perros que pasean (eso cuando no estoy durmiendo), a los pajaritos que osan acercarse por aquí, así como a los humanos que pasan por aquí.

Bueno, no es sólo mi espacio, lo comparto con los pajaritos. Antes era más divertido porque brincaba a su techo y me quedaba rato viéndolos, y los muy ilusos no me tenían nada de miedo! de hecho, si me acercaba mucho me picaban mi nariz o las patitas (jejeje, lo intentaban).

Pero un día que mi humana no entendió, casi me caigo de la jaula, y por supuesto, me sujeté durísimo... a la toalla. La toalla no me pudo aguantar y se vino conmigo, y con ella la jaula y los pájaros. Si yo sólo quería jugar con ellos!

Desde ese día no me han dejado más montarme en el techo de la jaula, de hecho la pusieron bien alta para evitar que me subiera (pero no contaron con mi astucia y mis patitas saltadoras en un primer momento y logré hacerme con la cima hasta que la subieron más aún).

Pero bueno, quería era hablarles de mi rinconcito preferido. Aquí me siento cómoda, y me encanta que me vengan a visitar... tanto, que cuando vienen les digo lo mucho que me gusta que vengan y les muestro mi pancita para que me la acaricien... Además, como está alta la cesta, tengo que brincar y así voy entrenando para la próxima vez que quiera subirme a la jaula, jejeje.